Uno de los pilares clave de la gestión de recursos humanos  es el desarrollo del talento humano, es decir, apostar para que la gente crezca, aprenda, sepa más y haga las cosas mejor. El Método Periplia sabe las repercusiones de ofrecer a cada persona explotar su potencial, una de las mejores cosas que puede hacer una organización por su equipo de trabajo y por sí misma

En los libros de historia ya se archiva el concepto de empleado como un recurso o instrumento más de la compañía. En esta era global y digital, paradójicamente el recurso humano ha tomado cada vez más valor por sus conocimientos y capacidades. Lo que justamente nos diferencia de las máquinas se ha convertido hoy en uno de los principales ejes de la evolución empresarial: las personas.

El desarrollo de la fuerza de trabajo es uno de los cuatro pilares para una gestión de talento eficaz que contempla el Método Periplia. Pero, ¿qué tanto invierten las empresas en Colombia en formar a su gente? Una investigación de la Fundación Universitaria del Área Andina, realizada de la mano de Trabajando.com, revela que las compañías que invierten en desarrollo de talento humano ciertamente incrementan su productividad en casi 20 por ciento, además de que reducen de forma importante sus niveles de rotación.

Sus resultados de dicha encuesta –realizada a 421 empresarios nacionales- hablan de que 80 por ciento de las empresas en el país cuentan con algún tipo de programa de capacitación. Sobre el tipo de formación, 21 por ciento implementa capacitación de personal para mejorar las competencias laborales, 15 por ciento se enfoca en que sus trabajadores terminen sus carreras profesionales y 14 por ciento brindan talleres para potencializar las habilidades personales. Tan sólo 9 y 10 por ciento ofrecen posgrados y programas técnicos específicos, y menos de 5 por ciento optan por diplomados, congresos y otro tipo de cursos.

Se calcula que una tercera parte de las empresas en Colombia confía la capacitación de su personal a programas diseñados por el área de Recursos Humanos, una cuarta parte ofrece la capacitación de personal al interior de la compañía y un grupo un poco menor opta por crear alianzas con instituciones educativas o compañías externas especializadas en ofrecer el servicio.

El Método Periplia concibe el desarrollo como un elemento que repercute en el bienestar de cada persona y, asimismo, en la productividad de la organización. Para Periplia, el desarrollo del talento humano no es una simple acción, sino más bien el diseño de estrategias para mantener activas las competencias y velar por una continua mejora en las habilidades, las aptitudes y los conocimientos de quienes forman parte de una organización.

Este Método analiza concienzudamente las necesidades de capacitación y entrenamiento del talento humano para luego ofrecer una visión integral e individual de las necesidades respecto a cada cargo y sus expectativas, así como brinda un acompañamiento en el diseño y planeación de estrategias. En otras palabras, se diseña un Tablero de Talento con la visión de aportar en la gestión de talento del recurso humano, principal impulsor de la hoy tan anhelada y necesaria innovación.

Así, fomentar el desarrollo de los empleados, y sacar el mayor provecho posible de su potencial, significa hacerse competitivos en una época ciertamente reñida y que atraviesa cambios permanentes a velocidades vertiginosas. Es una de las herramientas para afrontar la transformación digital y fortalecer los equipos desde adentro. Cuando una persona emprende un camino de carrera, con planes de desarrollo, aprende y crece, se mejora su calidad de vida y su autoestima, al tiempo que se establece un vínculo especial con la empresa que conforma.

El desarrollo de talento humano es una de las mejores y más redituables inversiones en el corto y largo plazo. Impacta no solo en el desempeño y productividad, sino en los estándares de calidad de productos y servicios. Algunos ejemplos de organizaciones inteligentes que apuestan al desarrollo humano son Coca Cola, Google y Siemmens. La multinacional de gaseosas, entre otras cosas, beca anualmente a un grupo de empleados para cursar un MBA en importantes universidades a nivel mundial.

Una de las diversas estrategias de Google es facilitar a sus trabajadores herramientas para formarse unos a otros a través de un canal llamado Googler, con el fin de compartir y aprovechar al máximo el talento interno. Siemmens, a su vez, apoya el valor de su marca con la creación de una incubadora de startups y nuevas ideas, y realiza una importante inversión anual en la formación de jóvenes y estudiantes con talento.

Como enfatiza el Método Periplia, la inversión en educación y capacitación para la gente puede hacer que miles quieran trabajar en una compañía, un gran premio, además de que es una inversión que se regresa ampliamente a la compañía en forma de logros, desarrollo de potencial, mejora de la marca empleador y productividad. Porque como bien opinó alguna vez Derek Curtis Bok, ex presidente de la Universidad de Harvard: “Si cree que la formación es cara, pruebe con la ignorancia.”